lunes, 6 de junio de 2011

EL INICIO

Querido lector:

Esto que tienes ante tus ojos pretende ser un cauce de comunicación entre tú y yo, alrededor del librico que me acaban de publicar. El recién nacido ya está en tus manos, espero que lo cuides para que se haga un hombre de provecho.

Tras un par de días he empezado a recoger vuestros comentarios: Que si soy un tío muy largo, que si el primero está bien, que si el otro no se entiende... En fin, diversidad de opiniones a bote pronto. Por eso he pensado que estaría bien habilitar un espacio en el que agrupar vuestas impresiones, en el que poder desgranar los relatos uno a uno, contaros lo que yo pretendía, lo que me inspiró, de dónde surgieron... 

Espero poder rellenar el genteabolladaquejasyreclamaciones para que quede una cosa interesante. La verdad es que la tenacidad no es una de mis virtudes, si es que alguna tengo pues ni las teologales, pero me gustaría llevar a buen puerto este proyecto que acaba de ver la luz sin pensarlo mucho. 

Y para ello vosotros sois fundamentales. En breve lanzaré el primer comentario sobre el relato inicial, Dios es un trompetista negro. Intentaré dar algunas claves, si me lo permitís, y adornar el texto con imágenes y sonidos, a modo de manual de instrucciones o guia para exploradores desorientados. No sé.

Podéis comentar aquí mismo o enviar un correo a jaloza2@gmail.com si os resulta más cómodo.

¿Me acompañas?

3 comentarios:

  1. Yo no lo he leido aún, pero encuantico lo lea te comento.

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  2. Muy bueno, buenísimo, buenismo. Sin desperdicio. Desde el trompetista negro que estará tocando para Sinatra en slgún relato de Talese hasta el mágico vendedor de Gabor, al que no le faltarán sitios para vivir su exilio desde Macondo hasta la Galicia Cunqueiro.

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  3. Gracias, Bárbara, yo también te espiaré... Y también a ti, Antonio, muchas gracias por tus palabras. Viniendo de un fino lector como tú son todo un elogio.

    Espero veros por aquí, comentando y charlando sobre las abolladuras, los alrededores y lo que se nos ocurra.

    Un abrazo.

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