martes, 12 de julio de 2011

EBUYA CILEGNA. MAKING OFF

Tras este título disparatado sólo se esconde mi homenaje a una pareja que mucho tuvo que ver en la aparición del libro. Recuerdo la tarde en que mi amigo berbi me llevó a Huesca, yo no he conducido un coche en mi vida, en concreto a la terracita del Casino donde nos esperaban, detrás de una sonrisa y una cerveza, nuestros amigos Angélica Morales y José Manuel Ubé. Angélica y Ubé. Al revés, en guiño a Ubé -inventor de Leuret, trasunto poético de Teruel- es el título del relato. Sencillo.

Contactamos con ellos a través del blog de la tercera trilliza, Luis Borrás, el impecable Aragón Literario. Mira, sale una prima tuya, a ver qué cuenta. A partir de ahí, unos cuantos mensajes y unas palabras amables, se fue tejiendo una relación "artística" que motivó que un tipo como yo haya publicado un librito. Nene, tú vales mucho, o algo así. Júntame una colección de relatos con un hilo conductor y se los haré llegar a mi editorial. Dicho y hecho al cabo de varios meses.

En la tarde oscense les entregué los folios que debían acabar en manos del editor si pasaban la criba de Angélica. ¿Cómo se titula? No tiene título, hemos venido dándole vueltas en el coche pero... ya le pondré algo cuando se me ocurra. ¿Gente abollada? No me gusta. Bueno, ya veremos. Tengo un verdadero problema con los títulos, espero que la medicación me ayude a superarlo.

Al cabo de un tiempo Angélica dio su bendición y tal cual se lo di, hizo llegar el texto a Javier Aguirre. El resto es historia que algún día detallaré, si me acuerdo.

Ebuya Cilegna está basada en hecho reales. Cuenta la tarde que el sr. Morales me encargó ir a ver la actuación de su "prima" la señora Morales en un espacio cultural de una conocida caja aragonesa. ¿Adivinan? Allí me colé y en su fiesta me planté. Intenté hablar de mi relación con el teatro, con los actores, de mis arrebatos ante las manifestaciones artísticas que hoy me hacen querer ser pianista, mañana pintor y dentro de tres días, mimo. Soy un tipo voluble, sensible, quizá. El personaje está un poco abollado, vos sos el más abollado de todos -me dijo una lectora a la que me permito poner acento argentino para que no la reconozcan, suena tan lindo- intenté tratarlo con humor, con el estilo "borbotónico" que me caracteriza, supongo. No hay que abusar de las metáforas, como tampoco del subrayado, me dijo Carlos hace poco. Quedó mendoziano, con perdón, ahora que estoy leyendo a D. Eduardo y que retomo el contacto con el teclado y su correspondiente w. En fin. 

El día de la actuación fue la primera vez que vi a los Ubé-Morales con su parabán y todo lo demás. Hola, soy un fan enloquecido. Ya sé, no me digas quién eres... ¡¡¡Morales!!!


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