domingo, 27 de enero de 2013

SEXO, CÁRCELES Y UN SOPLO EN EL CORAZÓN


Penúltima. Otra vez tres ideas entrelazadas y la búsqueda del contraste, intento de encontrar lo bello en lo más extremo. Lo del sexo es bastante evidente, lectores hubo que criticaron la dureza del comienzo, una historia que me cerró las puertas del público escolar. Quise entrar de lleno e ir suavizando, matizando, reflejar una realidad que ahí está y que es áspera como “papel de lija amargo”.

Lo de las cárceles se me ocurrió al ver una película, el cine otra vez. Con el gran Alberto San Juan y la siempre estimulante Emma Suárez. Se llama Horas de luz. Basada en hechos reales, habla de la historia de amor de un asesino y la enfermera que lo cuidaba en prisión. El protagonista del texto es un presidiario que ha cumplido su condena y quiera volver a la vida.

El soplo en el corazón es el primer y único disco de Family, otra vez la música, eterna compañera y tan generadora de estímulo para mis escritos. Hace veinte años de su publicación y pasa por ser uno de los mejores del pop español de todos los tiempos. Es el que escucha el preso en la cárcel, un tipo entre rejas pero con la suficiente sensibilidad para apreciar una obra así. Un grupo mítico, Aramburu y su compañero de apellido impronunciable, del que solo hay una foto en blanco y negro que alimentó para siempre su leyenda.

La cinta es el regalo para la puta, lo que pudo haber sido y no fue, la flor en el estercolero. Tres puntales para una vida. Sexo, las mentiras que cuenta la vida cuando la música calla y cintas de vídeo. Acabamos.


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