Penúltima. Otra vez tres ideas entrelazadas y la búsqueda
del contraste, intento de encontrar lo bello en lo más extremo. Lo del sexo es
bastante evidente, lectores hubo que criticaron la dureza del comienzo, una
historia que me cerró las puertas del público escolar. Quise entrar de lleno e
ir suavizando, matizando, reflejar una realidad que ahí está y que es áspera
como “papel de lija amargo”.
Lo de las cárceles se me ocurrió
al ver una película, el cine otra vez. Con el gran Alberto San Juan y la
siempre estimulante Emma Suárez. Se llama Horas de luz. Basada en hechos
reales, habla de la historia de amor de un asesino y la enfermera que lo
cuidaba en prisión. El protagonista del texto es un presidiario que ha cumplido
su condena y quiera volver a la vida.
El soplo en el corazón es el
primer y único disco de Family, otra vez la música, eterna compañera y tan
generadora de estímulo para mis escritos. Hace veinte años de su publicación y
pasa por ser uno de los mejores del pop español de todos los tiempos. Es el que
escucha el preso en la cárcel, un tipo entre rejas pero con la suficiente
sensibilidad para apreciar una obra así. Un grupo mítico, Aramburu y su
compañero de apellido impronunciable, del que solo hay una foto en blanco y
negro que alimentó para siempre su leyenda.
La cinta es el regalo para la
puta, lo que pudo haber sido y no fue, la flor en el estercolero. Tres puntales
para una vida. Sexo, las mentiras que cuenta la vida cuando la música calla y
cintas de vídeo. Acabamos.
Muy buenoooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!
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